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Considera el error como parte del proceso de aprendizaje.
Es multidimensional, ya que ofrece información acerca de procesos, productos, emite juicios de valor basados en criterios compartidos y utiliza una variedad de recursos y estrategias. Propone múltiples oportunidades.
Los estudiantes participan activamente, asumen responsabilidades y se involucran en sus aprendizajes y en los modos de comunicarlos. Estimula las interacciones entre pares.
Los criterios de evaluación y sus niveles de calidad son conocidos por los alumnos y los distintos integrantes de la comunidad educativa.
Favorece la autoevaluación: promueve que los estudiantes reflexionen sobre su propio proceso de aprendizaje.(Anijovich, Cappelletti, 2017, pp 120-121)
Estos aspectos han sido considerados en las evaluaciones propuestas. Siguiendo a Brown(2015):
La evaluación auténtica ofrece a los estudiantes oportunidades para aprender a través del propio proceso de evaluación, cuando las tareas se eligen por su relevancia tanto para el programa de aprendizaje como para las orientaciones vitales que ofrecen a los graduados, de cara a su empleabilidad, investigación y desarrollo personal. Cuando la evaluación está diseñada para articularse claramente con los resultados de aprendizaje previstos, puede producir beneficios en términos de fomentar y profundizar en la participación de los estudiantes al tiempo que ayuda a los estudiantes a avanzar en el desarrollo de sus habilidades y en el conocimiento de la materia. (Brown, 2015, p.1)
La evaluación auténtica surge a fines del siglo XX, en la década de los 80 en Estados Unidos, es una reacción o modelo alternativo a las evaluaciones tradicionales que solo trataban de medir o reproducir los conocimientos previamente "digeridos" por los docentes. Pruebas más relacionadas con memorizar y reproducir lo estudiado luego de haber finalizado un tema o período. Por esta razón Wiggins(2005, pp 41-47) ya a fines de la década nombrada planteó una nueva forma de pensar la evaluación mediante la elaboración de tareas que tuvieran un significado en la vida real, en el mundo exterior a la institución educativa.
Para ser evaluado tiene más lógica para el estudiante enfrentarse a lo que en el futuro pueda ser una situación cotidiana tomando como base lo aprendido. Se busca que el producto logrado por el estudiante sea genuino y no una mera reiteración de lo explicado antes. La intención original de Wiggins fue distinguir entre las llamadas evaluaciones o pruebas verdaderas de las simplemente académicas, irreales, artificiales que predominaban y que pensamos que lamentablemente pueden seguir habitando nuestras aulas.
Bibliografía
Anijovich, R. Cappelletti, G.(2017). La evaluación como oportunidad. Paidos.
Brown, S. (2015). La evaluación auténtica: el uso de la evaluación para ayudar a los estudiantes a aprender. RELIEVE, 21 (2), art. M4. DOI: https://dx.doi.org/10.7203/relieve.21.2.7674
Furman, M. (2021). Enseñar distinto. Siglo XXI Editores Argentina.
Trillo Alonso, F. (2005). Competencias docentes y evaluación auténtica: ¿falta el protagonista?. Perspectiva educacional. Formación de profesores. Número 45, pp. 86-102
Wiggins, G., McTighe, J. (2005). Understanding by design. Expanded second edition. ASCD.
Wiggins, G. (1989). Teaching to the (authentic) test. Educational Leadership,
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